lunes, 10 de septiembre de 2018

Pollo y oro

POLLO Y ORO 
La humanidad sigue sorprendiéndonos. Esta moda es lo último en los restaurantes de lujo.

Todo empezó en un lujoso restaurante de NY, The Ainsworth, que a falta de ideas innovadoras de platos que llamen la atención, a algún trabajador del local iluminado, no se le ocurrió mejor idea para un plato que servir alitas de pollo bañadas en oro. 

Y, como no, la idea fue aceptada. Y ahora sirven alitas de pollo bañadas en oro de 24 quilates.

Varios chefs afirman que el sabor del oro es insípido y que las alitas sabrán igual, solo que cobrándote 35€ más.

Esta innovadora propuesta, por lo menos a mí, me parece un desparrame de dinero. Pensémoslo bien: COMER ORO, y lo peor no es la propuesta, sino la gente que paga por comerlo. No sé tú, pero yo veo en la carta: alitas de pollo rebozadas con oro y cojo mis cosas y me voy al Burger King, porque desde luego los restaurantes de lujo, y menos con esa demostración de despilfarro de dinero, no están hechos para mí.



.